"¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia?"
Santiago Ramón y Cajal

20 mayo 2007

COCINERO A TU COCINA / 2ª PARTE


2ª BATALLA: el famosísimo Karlos Arguiñano, "el rey de la cocina"

¿Quién tiene una cocina tan grande en casa?. Toda limpia e impecablemente ordenada. Cada vez que ensucia algo, lo friega. Sí, nosotros podremos hacer cualquier receta y mancharemos 1000 platos y cazuelas pero él ¡nunca!, él tiene las espátulas de plástico que lo chupan todo. Tanto es así, que nunca se le pega nada y no usa estropajo, de hecho, en vez de tener detergente para platos ¡tienen gel de manos en la COCINA!.

Y ¿la vitrocerámica?: es una especie de nave espacial, con muchos botones, y nunca, ¡nunca! se mancha. Por ello, debe ser que nunca se salpican al freír cualquier cosa, y nosotros acabemos heridos de muerte. Porque otra incógnita es cómo van de blanco y nunca se manchan, incluso el trapo, también blanco, que sólo lo utilizan para limpiar el borde de salsa del plato, cuando nosotros lo chuparíamos con el dedo.
Y... ¿esa “pedazo” de vajilla y electrodomésticos?. Pero, lo más fuerte ... ¡el “frigo” de los quesos!. No es suficiente con un frigorífico sino que Arguiñano tiene un frigorífico ¡sólo para quesos!. Y es que lo tiene todo, incluso publicidad incorporada.

Nuestros enemigos están financiados por empresas muy poderosas. El mayor proveedor es el dueño de su producto estrella: el aceite. Gracias a él comprobamos que las medidas no las tienen claras: un chorrito... ¿un chorrito?, pero, ¡si has dejado ahí media botella!, /1ªbatalla vídeo/.

La sociedad no lo sabe pero la engañan, ¿por qué os pensáis que a nadie le salen las recetas de la tele?, porque nos dan mal las medidas. Yo me enteré cuando hice “canelones con salchichas” y no comprendí el porqué de la separación de la salchicha y su bechamel.

Entonces habéis comprendido el gran problema: sino fuera poco que nos quitaran el trabajo en la televisión, nos engañan en la cocina. Y es que son muy listos. Os habréis fijado que hablan raro, con un tonito especial y ¡ese vocabulario!. En mi misión de conocer a nuestro enemigo me infiltré e intenté ser un telespectador activo.

En mi primer intento me centré en la teoría, en la cual me estanqué: ¿qué narices es un marmitako de verdel? ¿Y un matambre?. Supe entonces que debería ser más lista que ellos y, en la segunda misión, fui preparada con un diccionario. Pero en esta ocasión fueron a matar: ¡cómo pueden hacer ensalada de corazón y mollejas!, ¿qué pasa?, ¿qué no tienen sentimientos? Y, de segundo: ¡sardina con costra de pan!, ¿de verdad se merecía la sardina una costra de pan?.

En mi tercera misión, fui totalmente preparada. Hoy tocaba: ensalada de atún y porotos. ¡Bien! No tenía ni idea de lo que eran los porotos, ni me lo quise imaginar porque mi mente es muy escabrosa. Descubrí que los porotos son judías, ¡no chicos!, no podían decir ensalada de atún y judías, ¡no! ¡Eran porotos!. Los ingredientes bien, pero llegó el salteado y me contraatacaron con cebollas de verdeo (las recetas son fáciles de hacer y para todos, pero las ¡cebollas son de verdeo!). Cuando me hube confiado me descubrieron y es entonces cuando me cambiaron los porotos por porotos pallares para los espárragos verdes. ¡Y claro!, no se qué son los porotos pallares.

Tengo que confesar que en una ocasión casi caigo en su trampa: llegaron los postres. Y es que la hermana de Arguiñano, es mucha hermana. ¡Sí! Ella no sólo va los jueves, sino que es omnipresente el resto de la semana. Es la vocecilla que a modo de teléfono erótico nos ambienta el programa con sus tan famosas coletillas: mmmm... / para chuparse los dedos...
Por eso, no os fiéis nunca, y menos con esos consejitos como que si pones media manzana a las albóndigas la masa te sale más esponjosa, porque, ¡eso!, ¡no son albóndigas!.
Y por si fuera poco, el rey de la cocina te cuenta un chiste malo malísimo y verde verdísimo que nos confunde y abruma. Eso sin contar la afición que le ha dado por cantar, así es, como lava el cerebro a los telespectadores. En mi opinión, el perejil como todas las plantas verdes en dosis altas debería de ser analizado. Ante tanta perversión, concluiré este grupo con un hecho paranormal: ¡tienen un agujero en la mesa en vez de un cubo de basura como todos los mortales!.

3 comentarios:

Davinia D. dijo...

Cierto cierto eso de que no mancha nada Arguiñano, para mi que tiene a los cámaras pluriempleados, mientras dejan la cámara puesta en el tripode ellos lo van limpiando todo...

Anónimo dijo...

El FBI alertó hace unos días: las pandillas "Sin-Prof" (Sin Profesión reconocida) y "Con-Cuen" (Con mucho Cuento)se quieren hacer con el control de los medios de comunicación a toda costa, pero tienen unos duros adversarios a los que superar... Son... la GENERACIÓN CERVANTES!!! Cinco años de carrera, muchos quebraderos de cabeza y un único objetivo: no dejar que les quiten el pan. Próximamente en sus mejores periódiodicos, radios y televisiones.

Enhorabuena por tu blog, niña. Como siempre, inquietante y sorprendente. Muy sorprendente.

Lady Miau dijo...

He de decirte que lo del frigo de los quesos marcó en mí una huella imborrable...

Tampoco puedo olvidarme de los destrozos que ese asesino alimenticio comete con las frutas y verduras... y no me refiero a su forma maniaca de trozearlos, sino a su afán por reconvertirlos en objetos cómicos: ¿Por qué siempre al principio del programa aparece con una acelga puesta como peluca o nos presenta un espantapájaros hecho de coles, zanahorias y espinacas?

Realmente ese tipo da miedito...¡Boicot ya!